Armita Geravand, la joven de 16 de años de edad que fue golpeada por la policía por usar mal el velo en Irán, lo que le ocasionó una muerte cerebral que la mantuvo en coma por 28 días, finalmente falleció este sábado.
Los médicos no tenían esperanzas de que pudiera sobrevivir, por lo que su muerte era inminente.
Las autoridades de Irán han alegado en todo momento que Armita Geravand «se golpeó» la cabeza. Esto, supuestamente, después de que se le bajara la tensión en el metro de Teherán. No obstante, grupos de derechos humanos denunciaron que las fuerzas de seguridad la agredieron por no llevar el hijab correctamente.
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«Desafortunadamente, el daño cerebral le provocó un coma. Ha muerto hace unos minutos», lamentó la agencia IRNA. Añadieron que la muchacha recibió «un extenso tratamiento médico en sus 28 días de hospitalización en una unidad de cuidados especiales».
Las imágenes de CCTV muestran a Geravand entrando a un tren con el cabello descubierto, junto a dos amigas. Momentos después aparece inconsciente, mientras sus dos amigas la sacan, cargada del tren, en busca de ayuda. Este material lo usaron las autoridades iraníes como «prueba» de que no le hicieron nada.
🇮🇷 | ATENCIÓN: Ella era Armita Garavand, una joven de 17 años de Kermanshah que cayó en coma hace 28 días tras ser golpeada por las fuerzas de seguridad de Irán por no usar el hiyab en el metro de Teherán, murió hoy.
Armita había sufrido recientemente muerte cerebral y los… pic.twitter.com/GMoizesViM
— Alerta Mundial (@AlertaMundial2) October 28, 2023
No obstante, Amnistía Internacional alertó que manipularon el video con la aceleración de fotogramas en cuatro fragmentos.
Hengaw, una organización Kurda de derechos humanos con sede en Oslo, también denunció que a Armita Geravand la agredieron por no llevar el velo islámico. Esa prenda es obligatoria desde 1983.
NO ES LA PRIMERA VEZ QUE IRÁN INTENTA OCULTAR UN ASESINATO POR REPRESIÓN
El caso de Geravand ha recordado el asesinato de Mahsa Amini, una mujer iraní de 22 años que murió bajo custodia policial en septiembre de 2022. A Amini la detuvieron por usar “incorrectamente” su hijab.
A pesar de que aún no tenía ninguna condena en su contra, apareció muerta. Autoridades de Irán aseguraron que sufrió un ataque cardiaco en la comisaria. Sin embargo, los médicos que la atendieron revelaron que murió producto de una paliza.
Esta situación originó una gran jornada de protesta nacional, en la que las mujeres se quitaron su hijab y salieron a las calles a exigir libertad. No obstante, el régimen actuó con una severa represión. Al cabo de unos meses, las fuerzas represoras lograron su cometido y tras aproximadamente 280 muertes en las protestas, lograron retomar el control del país.
