La reciente disputa en un torneo de fútbol de fantasía escaló de manera alarmante, resultando en una falsa amenaza de bomba, una investigación internacional y cargos federales.
Todo comenzó con una discusión en línea entre Matthew Gabriel, un joven de 25 años de Filadelfia, y otro participante del torneo.
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Lo que normalmente sería una simple rivalidad deportiva se convirtió en un caso criminal, cuando Gabriel decidió acusar falsamente a su oponente de planear ataques violentos.
La situación se agravó cuando Gabriel, en un intento de intimidar a su rival, envió una “pista” anónima al Servicio de Seguridad de la Policía noruega.
En su mensaje, afirmó que su oponente estaba planeando un tiroteo masivo en Noruega, donde el rival iba a estudiar en el extranjero. Esta falsa acusación llevó a las autoridades noruegas y estadounidenses a dedicar cientos de horas a investigar la amenaza, movilizando recursos significativos y causando una gran preocupación.
Durante la investigación, las autoridades descubrieron que Gabriel también había enviado una amenaza ficticia a la Universidad de Iowa a principios de año.
Este patrón de comportamiento irresponsable y peligroso llevó a Gabriel a enfrentarse a cargos federales por comunicación interestatal y extranjera de amenazas.
Finalmente, Gabriel se declaró culpable de los cargos y pidiendo disculpas a todas las partes afectadas.
El abogado de Gabriel describió sus acciones como una “mala decisión” y una “anomalía”, destacando que su cliente está profundamente arrepentido.
CONSECUENCIAS PARA GABRIEL
Gabriel fue puesto en libertad este martes bajo fianza de US$ 25.000, según indican los registros judiciales. Está previsto que sea sentenciado en enero de 2025. Se enfrenta a una pena máxima de cinco años de prisión federal y una multa de US$ 250.000.
Sin embargo, las consecuencias de sus acciones son graves, no solo para él, sino también para las personas y las instituciones que se vieron involucradas en la falsa alarma.
Las autoridades noruegas, por ejemplo, dedicaron casi 900 horas de trabajo a investigar la amenaza, desviando recursos que podrían haberse utilizado en verdaderas emergencias.
Este incidente subrayó los peligros de las falsas amenazas y la facilidad con la que las disputas en línea pueden salirse de control.
Las ligas de fútbol de fantasía, aunque generalmente inofensivas, pueden convertirse en un campo de batalla emocional donde las bromas y los insultos pueden tener consecuencias reales y serias. Es un recordatorio de la importancia de la responsabilidad y la moderación en las interacciones digitales.
