El Senado de EEUU confirmó oficialmente este lunes, 20 de enero, a Marco Rubio como el nuevo secretario de Estado de los Estados Unidos bajo la administración Donald Trump.
Rubio, un senador republicano por Florida y una figura influyente dentro de su partido, se convierte en el primer latino en ocupar este importante cargo.
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Su designación ha sido recibida con entusiasmo por sus seguidores y con escepticismo por algunos críticos.
Rubio, de 53 años, es hijo de migrantes cubanos y ha tenido una destacada carrera política. Esto, incluye su tiempo como presidente de la Cámara de Representantes de Florida y como senador de Estados Unidos.
Su experiencia y su origen hispano han sido factores clave en su nominación, ya que Trump busca fortalecer su relación con la comunidad latina y proyectar una imagen de diversidad en su gabinete.
En su discurso de aceptación, Rubio destacó la importancia de la diplomacia y la cooperación internacional para enfrentar los desafíos globales.
Subrayó su compromiso con la seguridad nacional y promoción de los intereses estadounidenses en el extranjero.
Además, hizo hincapié en la necesidad de trabajar estrechamente con los aliados de Estados Unidos. En concreto, para abordar cuestiones como el terrorismo, cambio climático y la proliferación nuclear.
La designación de Rubio también ha generado reacciones en el ámbito internacional.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, elogió las declaraciones de Rubio sobre la cooperación entre Estados Unidos y ese país en la lucha contra el narcotráfico y el tráfico de armas.
Este enfoque colaborativo podría marcar un cambio positivo en las relaciones bilaterales. Sobre todo, en la gestión de la crisis del fentanilo que afecta a ambos países.
También se espera que sus estrategias sean particularmente duras contra Nicaragua, Cuba y Venezuela, países acusados por EEUU de violar los derechos humanos de sus ciudadanos.
