Conmoción en Argentina: Jugaba fútbol con amigos y murió de un balonazo en el estómago

Jhoan Melendez
Por Jhoan Melendez 3 Min de Lectura
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Foto: Mejor Informado

La localidad Villa de María de Río Seco en la provincia de Córdoba, Argentina, está conmocionada después que un hombre de 47 años de edad muriera tras recibir un balonazo en el estómago mientras jugaba un partido de fútbol con unos amigos.

A la víctima la identificaron como Ariel Cortez. El sujeto se descompensó luego que la pelota impactara en su humanidad, según medios locales. Tras ello, trasladaron al afectado a un hospital cercano. Sin embargo, los médicos confirmaron su muerte poco después debido a un paro cardiorrespiratorio.

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Los amigos con los que el hombre jugaba fútbol narraron que no había una sola ambulancia en las cercanías. Esto complicó la situación de Cortez a razón que la respuesta médica demoró en llegar.

El trágico suceso ocurrió la noche del 30 de mayo, a eso de las 10:00 pm hora local. Según el relato de los testigos, el balonazo en la barriga hizo que Cortez se desmayara en el terreno de juego. Luego, los presentes lo llevaron a un hospital local cuando aún tenía signos vitales, pero acabó pereciendo pese a los esfuerzos.

ALGO SIMILAR OCURRIÓ EN 2019

En 2019 hubo un caso similar cuando Ramón Coronel, arquero del Club Unión de Golondrina de la ciudad de Reconquista en la provincia de Santa Fe, falleció producto de un paro cardiorrespiratorio tras recibir un balonazo en el pecho en medio de una tanda de penales.

«Atajó feliz su penal, alcanzó a festejar y cayó», relató un familiar poco después de la tragedia, reseñó TN. En esa ocasión pasó lo mismo que con Cortez: no había una ambulancia. Por esa razón, los propios compañeros trasladaron al joven al Hospital de Reconquista. Sin embargo, a pesar de los intentos médicos terminó falleciendo.

El joven tenía 17 años y lo conocían como ‘Piki’. Era hermano de tres e iba a la escuela secundaria Juana Manso. «Lo único que te puedo decir es que no entiendo por qué en semejante evento no había una ambulancia», lamentó su padre, Eduardo.

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