Uganda está conmocionada luego que una masacre dentro de un colegio dejara al menos 41 muertos. De ese número de víctimas fatales, 38 eran estudiantes.
Los otros tres asesinados eran un guardia y dos miembros de la comunidad. Las autoridades atribuyeron el sangriento ataque a un grupo yihadista. En concreto, ocurrió en la localidad de Mpondwe, fronteriza con la República Democrática del Congo.
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El vocero de las operaciones militares de Uganda en el Congo, Bilal Katamba, detalló que entre 20 y 25 rebeldes arremetieron contra la escuela secundaria Lhubirira la noche del viernes.
Por su parte Mapoze Slevest, alcalde de Mpondwe, describió un desolador panorama. «La situación no es buena. Estamos aquí con las fuerzas de seguridad, las UPDF (Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda) y la policía. Están limpiando, investigando y buscando qué hacer a continuación. Esta era una buena comunidad, sin rebeldes», comunicó.
Tras la masacre en la comunidad de Uganda, fuerzas militares dieron inicio a la búsqueda de los asesinos en la RDC. Sospechan que estos huyeron hacia el Parque Nacional Virunga, según reseñó CNN.
La policía dijo que los rebeldes están vinculados al Estado Islámico (EI) y además de cometer la tragedia, «quemaron un dormitorio y saquearon un almacén de alimentos». Asimismo, los hombres armados se llevaron a varios estudiantes secuestrados.
PRONUNCIAMIENTO DE LA ONU
Este devastador ataque generó la condena del secretario general de la ONU, Antonio Gutérres, quien calificó la masacre como «atroz».
El jefe de las Naciones Unidas envió un mensaje de condolencia a los familiares de las víctimas fatales y también al gobierno de Uganda. En ese sentido, exigió la libertad «inmediata» de los jóvenes que fueron raptados.
Gutérres reafirmó la necesidad de unir esfuerzos para combatir la inseguridad transfronteriza entre Uganda y el Congo. Igualmente, llamó a «restablecer una paz duradera en la zona».
