Venezolano ha recorrido cuatro países persiguiendo rastro de su hija secuestrada por el Tren de Aragua

Angel David Quintero
Por Angel David Quintero 6 Min de Lectura
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Aragua||
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Un padre venezolano se encuentra en una persecución frenética al Tren de Aragua por todo el continente. La organización criminal raptó a su hija de 15 años para explotación sexual.

Jhon Alexánder Arriechi Bravo está recorriendo las carreteras de Perú en busca de delincuentes y golpeando las puertas de los edificios judiciales para pedir ayuda para su hija.

La familia es de Maracaibo, Venezuela, donde comenzó la tragedia hace cuatro meses. Jhon es padre de Jhonetsi Valentina Arriechi Bernal.

Los investigadores relacionados con el caso dijeron que la joven tenía una relación tensa con su madre. Un amigo cercano aprovechó para persuadirla de viajar a Colombia para trabajar y comenzar una nueva vida allí.

Posteriormente, la llevaron al municipio Santiago Mariño en el estado Aragua bajo engaños. Allí la entregaron al Tren de Aragua, que opera en todo el continente y se dedica al tráfico de drogas, sicariato, extorsión, corrupción y explotación sexual.

La adolescente fue vista por última vez el 8 de julio, cuando cruzaba la frontera hacia la ciudad de Cúcuta, según registros judiciales.

Posteriormente, la trasladaron a pie a Bucaramanga antes de llevarla a Bogotá. El 28 de julio, su padre viajó allí y solicitó ayuda a la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos de Sijín.

TREN DE ARAGUA EN CONSTANTE MOVIMIENTO

Al parecer, la organización criminal se enteró de la persecución y tomó la decisión de reubicar a Jhonetsi Valentina.

El padre llamó a la fiscalía de la capital antioqueña tras escuchar rumores de que la próxima parada sería Medellín, que activó el mecanismo de búsqueda urgente.

La adolescente ocasionalmente logró comunicarse en secreto a través de un teléfono celular y enviar su paradero.

Así supieron que el grupo la había enviado a Ecuador antes de trasladarla a un apartamento de Lima, Perú, según reseñó El Colombiano.

En Lima la banda extrae rentas mediante la subyugación de sus “propias” mujeres en burdeles y páginas de internet, o cobrándole una extorsión a proxenetas independientes que pagan para ofrecer a sus “trabajadoras” en las esquinas dominadas por el “Tren”. Si por casualidad se atrasan en los pagos, la cuenta de cobro es un balazo.

MALOS TRATOS Y ABUSOS

Cuando sus captores están dormidos por la mañana, Jhonetsi Valentina ha podido enviar mensajes de texto a su tía. La menor le reveló las duras condiciones que sufre.

Reveló a su tía que está con chicas de distintas nacionalidades. A menudo se quedan sin dinero para comer porque ella tiene que pagar el alquiler diario del hotel.

“Hoy ni comí, porque tuve que pagar hotel y eso”, redactó la quinceañera.

La red de trata de personas gasta dinero en el transporte y procedimientos estéticos de las mujeres, creando una «deuda» que deben saldar con sus cuerpos. Amenazan con asesinar a sus familiares si continúan rechazando.

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“Las personas que me tienen aquí conocen a mi mamá y saben hasta dónde vivo. Y no quiero peos (problemas)”, le escribió a su tía, a quien también le confesó que, por causa del hambre, una vez trató de envenenarse con pastillas.

Las autoridades colombianas contactaron a las peruanas para organizar un rescate luego de recibir la información de Jhon.

El 3 de septiembre, la Policía Peruana realizó un allanamiento en Lima. En el recinto había 10 víctimas de esclavitud sexual de Colombia y Venezuela.

Luis Alberto Sánchez, el fiscal provincial, afirmó que las secuestraron y les asignaron «deudas» que oscilaban entre 12.000 y 15.000 soles, o entre 14.760.000 y 18.450.000 pesos.

Durante el operativo fueron aprehendidos tres venezolanos, presuntamente miembros del Tren de Aragua: Mara Griman Castro (también conocida como «La Mona» o «Mamá»), Johan Pedra González (también conocido como «Johan» o «Papá»), e Ismaury Siraid Galindo Rodríguez (también conocido como «Channell»).

Algunas víctimas dijeron que fueron engañadas para unirse a la red con promesas de trabajo en Chile, pero terminaron aterrorizadas en Lima.

Los venezolanos fueron acusados ​​de trata y explotación sexual por la Fiscalía Especializada en Trata de Personas, y un tribunal los condenó a 18 meses de prisión preventiva.

LA BUSQUEDA SIGUE

Jhonetsi Valentina lamentablemente no se encontraba en el lugar. Su padre enfatizó que la habían sacado de la ciudad tres días antes para trasladarla a la provincia de Huarmey y luego a Trujillo, que se encuentra cerca de la costa del Pacífico peruano.

Jhon Arriechi se encuentra actualmente en camino hacia allí en un esfuerzo por recuperarla. Utiliza cada parada de autobús como una oportunidad para buscar un lugar con señal de Wi-Fi gratuita y reportar su paradero a los servicios de seguridad de Perú y Colombia.

 

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