¿Cómo sobreponerte a la ansiedad?

Caraota Digital
Por Caraota Digital 7 Min de Lectura
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Por María Laura García

Para los especialistas, sentir miedo y ansiedad es normal, pero para mi e imagino que para ti también, lo importante es aprender a diferenciar un sentimiento del otro, así como también, cómo ganarle la batalla a esas dos sensaciones cotidianas que me restan mucha paz y tranquilidad, mermando mi sensación de bienestar diaria.

Primero, las condiciones de vida en Venezuela, luego la pandemia y el final de un año para comenzar otro, son circunstancia que me llenaron y me llenan de incertidumbre y, por tanto, eso desconocido me causa ansiedad, a diferencia del miedo que es el temor ante un peligro real y palpable. Ya por ahí, en algún momento dado, de tanto hablar con expertos, entendí la diferencia entre una y otra.

A pesar de ello, insisto, es muy difícil diferenciar la ansiedad del miedo, ya que las reacciones orgánicas o fisiológicas son casi las mismas, y en numerosas situaciones se solapan. “Podemos considerar que en el miedo “normal”, la causa es, en general, conocida y la respuesta es adecuada a esta causa, mientras que en la ansiedad la respuesta es más exagerada y las causas no siempre son conocidas. No obstante, en muchas circunstancias es prácticamente imposible discriminarlas.

El miedo a algo real, se pierde o supera, enfrentándolo una y otra vez si no, nos pone en riego y si es un tigre (¡jajajaja!) pues si se evita. Pero la ansiedad ¿Cómo se puede lidiar con ella? Y con ello, evitar que nos ahogue el corazón, la creatividad y la sonrisa, cuando la mayoría de las veces no hay un hecho palpable que la provoque. Para comenzar, pienso que apaciguarla, partirá de conocerla e identificarla muy bien. Si no conoces al enemigo ¿Cómo lo enfrentas?

Conociendo la ansiedad y el miedo…

La ansiedad es una emoción normal y básica que se experimenta ante situaciones nuevas, intensas y/o amenazantes. Los entendidos, dicen que es una reacción adaptativa ante situaciones, repito, amenazantes que genera un proceso de activación para hacerle frente, algo vital que ha evitado el que nos extinguiésemos como especie. Por ejemplo, sin ansiedad o cierto nivel de tensión, sería muy peligroso cruzar la calle. Sin la suficiente alerta o atención, quizás no seríamos eficientes al presentar un examen o al enfrentarnos a una entrevista de trabajo.

Cuando nos sentimos ansiosos, estamos inquietos, sobresaltados o inseguros. Mientras que, el miedo es una sensación de angustia que aparece ante un peligro real o imaginario.

El miedo y la ansiedad siempre van de la mano, a pesar de que son dos sentimientos bien diferenciados. En ambos casos la reacción es similar pero no debemos confundirnos ni usar ambos términos como sinónimos.

¿Qué debo hacer?

Uno de los puntos clave para mitigar la ansiedad es saber que genera el miedo que la produce. De hecho, en la terapia, los psicólogos se enfocan en ayudar al afectado a encontrar las razones de su ansiedad.

Yo trato, de desmenuzar eso que me inquieta, para saber si existen realmente las razones. Trato de concientizar que las situaciones se enfrentan cuando están allí perturbándonos, no debemos anticiparlas, o imaginar siempre lo peor, que es nuestra tendencia. Yo suelo entretener mi cabeza cuando no puedo acallar los pensamientos angustiosos, haciendo cosas y ocupándome.

No es sencillo, pero se puede aquietar la mente buscando accionar y algo muy importante sintiendo confianza en Dios si crees en El y creyendo en ti siempre. Preguntas básicas ¿Has logrado sobrevivir hasta ahora? ¿Has podido lidiar y superar situaciones duras? ¿Por qué ahora sería distinto?

Por eso, yo digo, que como lo único constante es el cambio, siempre debemos replantearnos la manera en la cual vivimos, debemos revisar nuestras prioridades, e incluso el ritmo, a veces, demasiado frenético con el cual nos conducimos. Por obvio que parezca, lo que nos da miedo es lo que hay que tratar de solucionar primero. Identifica eso que te llena de temor y analízalo, acéptalo y ten la suficiente valentía para actuar y cambiarlo. Y no solo eso, como ya te escribí, es esencial aprender a manejar la ansiedad y para ello, antes debes saber qué es y qué te quiere decir. No es sano evadir, evitando la fuente de las preocupaciones o alejarnos de la persona que nos irrita, debemos resolver nosotros mismos nuestros miedos.

Repito, al momento de gestionar la ansiedad tendemos a cometer los siguientes errores: evitar la situación que la provoca y ocultar los síntomas para no sentirla a través de placebos dañinos como beber, fumar, comer compulsivamente, etc.. Y esto no cambia nada, lo empeora ¡Mucho cuidado!

Por ello, si algo te preocupa resuélvelo, con calma, pero hazlo. Es importante priorizar y secuenciar lo que tenemos que hacer y trazarte objetivos realistas.

Advertencia…

La ansiedad tiene unos efectos drásticos sobre el cuerpo y puede convertirse en un problema de salud. Por ello, es fundamental controlar nuestros pensamientos, específicamente, las emociones como la ira, la ansiedad y el miedo, para poder tener calidad de vida emocional.

Las preocupaciones generan miedo, pues sentimos ansiedad ante la anticipación de un peligro futuro indefinible e imprevisible, es decir, casi siempre es un miedo sin objeto. Entonces, no te preocupes, ocúpate.

Mis herramientas…

A mí me ayuda hacer ejercicio físico y practicar relajación, yoga o meditación, para bajar mi nivel de activación en algún momento del día. Tenemos que ser capaces de delegar y pedir ayuda para poder dedicarnos tiempo a nosotros. Es súper útil cuidar la vida social y rodearnos de nuestros seres queridos, así como hacer cualquier actividad que favorezca la alegría y el optimismo. Aléjate de la gente toxica.

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