Por el Dr. Ricardo Soto-Rosa
Cuando una pareja ha pasado más de un año teniendo relaciones sexuales frecuentes, sin protección y no logran el embarazo, se considera que tiene problemas de fertilidad. En el 50 % de los casos el factor masculino tiene que ver con la causa del problema. El primer examen que se debe realizar, por ser el más sencillo, económico y muy esclarecedor, es un análisis del semen llamado espermatograma.
El espermatograma nos dice si el volumen y componentes del semen se encuentran dentro de los parámetros normales, así como también, si la cantidad y calidad de los espermatozoides son las adecuadas. En caso de encontrar alteraciones se debe establecer la causa y darle el tratamiento para lograr revertir el problema.
Los testículos se encuentran fuera del cuerpo en las bolsas escrotales porque requieren una temperatura de uno o dos grados centígrados, por debajo de la temperatura corporal, todo lo que sea calor local en esta zona, afecta su funcionamiento, como por ejemplo cocinar, hacer parrillas, trabajar en ambientes muy calurosos como hornos de fundición, uso de saunas o baños de vapor, entre otros.
Una de las causas más frecuentes de infertilidad masculina es la presencia de varices en las venas que drenan los testículos, se conoce con el nombre de varicocele, el cual eleva la temperatura, con disminución progresiva en la cantidad y calidad de los espermatozoides. Se cura con una microcirugía ambulatoria y de rápida recuperación.
Hay veces en que el problema de fertilidad es determinado por deficiencias hormonales, infecciones bacterianas que colonizan las vías espermáticas, infecciones virales como la parotiditis que puede destruir las células testiculares.
También los trastornos genéticos donde no existen las células germinales, a partir de las cuales se forman los espermatozoides por efectos de las hormonas. Otras veces el proceso de maduración de estas células se ve interrumpido no llegando a formarse el espermatozoide, se le conoce como arresto de la maduración espermática.
A veces los testículos no se encuentran en las bolsas escrotales porque se quedaron a mitad de camino en su proceso de descenso durante el embarazo, lo que trae como consecuencia su lesión o atrofia. En otros casos se nace con la ausencia de determinados componentes del sistema reproductor, como las vesículas seminales que producen parte del semen, también puede verse la falta o la obstrucción del conducto deferente encargado del paso de los espermatozoides desde el testículo al sitio donde van a ser eyaculados.
Hay que tener en cuenta el efecto colateral de algunos medicamentos que pueden dañar las células germinales como la quimioterapia, razón por la cual se debe congelar semen antes de iniciar dicho tratamiento. Otras drogas pueden desviar el fluido seminal hacia la vejiga, que es la llamada eyaculación retrógrada, u otros medicamentos como la testosterona, de uso frecuente por físico culturista, que tienen como efecto paradójico, inhibir la producción de espermatozoides.
Una de las grandes preocupaciones del hombre es su fertilidad, en especial cuando se llega a determinada edad, en que con ilusión se planifica tener familia. Si queremos conocer nuestra condición de fertilidad debemos practicar un espermatograma, lo que es aconsejable antes de formalizar una relación o de tener alguno de los antecedentes antes descritos.
Así mismo evitar en especial el calor local y el consumo de algunas sustancias que pueden dañar de manera irreversible nuestra producción de espermatozoides.
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