No todo sale como queremos: ¿Te levantas rápido de tus caídas?

Caraota Digital
Por Caraota Digital 5 Min de Lectura
5 Min de Lectura
freepik

Por María Laura García 

Si sacas cuentas, notarás que a diario son muchas las cosas que suceden de una forma distinta a como las pensamos, ni bien ni mal, solo diferentes, incluso unas salen mejor y otras peor pero casi nunca igual ¿Lo habías considerado?

Aquí el tema es cuánta tolerancia a la frustración tenemos para manejar lo inesperado que se nos presenta, cuánta inteligencia emocional poseemos para valorar lo bueno y cuánta aceptación más astucia nos adorna para superar lo negativo.

Frustrar es «privar a alguien de lo que esperaba», es decir, es cuando las cosas no salen como queremos o planeamos. ¡Uff y la vida nos frustra cada día!

Si se tiene una alta tolerancia a la frustración, asumimos que los fallos o carencias son parte del proceso y la intolerancia es no aceptar que algo puede salir mal y quedarse allí sin poder avanzar, atascados y hundidos en la rumiación negativa. La poca tolerancia a cometer errores o fallos, es algo que caracteriza a muchos, lamentablemente.

Y peor que no aceptar una derrota, falla o caída es, detenerse y no hacer cosas nuevas, para evitar el dolor que produce el no lograr lo que nos proponemos. Esto les suele suceder a aquellos que generalmente buscan el placer inmediato o experiencias que tengan una recompensa instantánea.

Aquellos que tienen baja tolerancia a la frustración, generalmente, abandonan lo que empiezan, dejando de lado todo lo que les produce estrés o malestar, perdiéndose así muchas cosas interesantes y gratificantes de la vida.

Para aquellos que son tan frágiles como el cristal, la ansiedad es una constante cuando sucede lo inesperado (permanentemente), presentando sus síntomas de manera más intensa y por más tiempo, porque tienen una escasa habilidad para resolver conflictos y tomar decisiones. Los “sensibles” tienen un alto miedo al fracaso, desmotivación constante y evitan pensar en el futuro.

¿Hiciste todo lo que pudiste y las cosas no resultaron como deseabas? ¿Qué hago con mi frustración?

El que no asuma que NO todo va a pasar siempre como queremos, ciertamente vivirá infeliz la mayor parte del tiempo. Por eso debemos aprender a manejar la frustración para vivir mejor emocionalmente y con salud mental; porque la frustración a veces tiende a activar respuestas impulsivas, como decir cosas que no están bien y con sus respectivas consecuencias negativas. También se pueden tomar muy malas decisiones y reaccionar de manera poco productiva.

Entonces, haz cosas que te permitan drenar las emociones desagradables y te ayude a conectar con emociones positivas cuando te ocurra lo inesperado.

Anticipadamente planea en función de las expectativas en cuanto a lo que puede pasar de repente, es decir, plantéate todos los escenarios cuando accionas, los buenos y los malos; así será posible poder manejar cualquier contingencia. Por ejemplo, si vas a dar una presentación, calcula que puede fallar el Internet, entonces anticípate y ve si puedes resolver con los datos del celular. Trata de echar mano de todos los recursos posibles, día a día.

Reflexiona y perdónate cuando las cosas no salgan tan bien. Se realista y flexible, más no fatalista. Concientiza tus fortalezas y debilidades. Asume que muchas veces hay cosas fuera de nuestro alcance, que no dependen de nosotros. Aceptar la incertidumbre te va a ayudar a ser indulgente contigo y más efectivo en la planificación para diseñar alternativas y soluciones, considerando los posibles obstáculos del camino.

Nada es permanente, ni la frustración, así que vívela y sacúdete rápido el polvo. No acumules la rabia y decepción característica de esa frustración: canalízala. Otra recomendación: desahógate hablando con alguien de confianza, para alejarte de la rabia y/o agresividad. Y algo super importante, aprende a pedir ayuda.

REDES:
Instagram: @ATuSalud
YouTube: ATuSaludconMariaLauraGarcia
Facebook: ATuSaludEnLinea
Twitter: ATuSaludEnLinea
TikTok: ATuSaludEnLinea

Caraota Digital no se hace responsable por las opiniones, calificaciones y conceptos emitidos en las columnas de opinión publicadas en este medio.

Compartir este artículo