Un estudio realizado por Uswitch en el Reino Unido reveló que el 56% de los jóvenes de la llamada Generación Z decide no contestar las llamadas telefónicas, ya que las asocian con «malas noticias», mientras un 23% reconoce que no las atiende sin ningún motivo en específico.
A dicho fenómeno se le conoce como «telefobia» y evidencia un cambio en las preferencias comunicativas de los más jóvenes. Este grupo prioriza los mensajes escritos y plataformas digitales sobre el intercambio verbal en vivo.
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Sin embargo, la telefobia no se limita solo a un temor hacia las llamadas, sino que se vincula también con la ansiedad provocada por la falta de control en una conversación inmediata. Al respecto, la doctora Silvia Ongini, psiquiatra infanto-juvenil de Buenos Aires, destaca que este miedo puede guardar relación con sentimientos de inseguridad y ansiedad frente a un diálogo directo a tiempo real.
La preferencia de los Gen-Z a los mensajes escritos responde a la posibilidad de planificar, editar y manejar el contenido antes de enviarlo. De acuerdo con la antropóloga social, Zoia Tarasova, tal comportamiento expone una resistencia a la inmediatez y urgencia que forman parte de las llamadas telefónicas.
EL ORIGEN DEL MIEDO A LAS LLAMADAS TELEFÓNICAS
El informe resaltó que la asociación entre las llamadas telefónicas y las pésimas noticias es un punto clave en la telefonía dentro de la Generación Z. Por años, las llamadas fueron el medio principal para transmitir información urgente, tal es el caso de accidentes, emergencias médicas o muertes, por ejemplo. Dicho historial ha incentivado a muchos jóvenes a preferir evitar las llamadas y optar por los textos o notas de voz. Así, pueden decidir cuándo y cómo responder con mayor premeditación, reseñó Infobae.
Además, la falta de herramientas para retroceder o pausar en una conversación telefónica a tiempo real, incremente la incomodidad de los jóvenes, pues valoran la posibilidad de reflexionar antes de responder.
