Una boda por todo lo alto: Alcalde mexicano se casó con un caimán como parte de un ritual ancestral

Angel David Quintero
Por Angel David Quintero 3 Min de Lectura
3 Min de Lectura
caimán

En una remota aldea del sur de México, se ha llevado a cabo un ritual ancestral que ha sido celebrado por más de dos siglos. En esta ocasión, el líder de la comunidad, Víctor Hugo Sosa, contrajo matrimonio con un caimán en una ceremonia llena de entusiasmo y alegría.

La localidad de San Pedro Huamelula, una comunidad indígena chontal en el istmo de Tehuantepec, Oaxaca, ha sido el escenario de este singular evento. En esta ocasión, Alicia Adriana, un caimán hembra, representó el papel de la “niña princesa” en la celebración tradicional.

Durante la ceremonia, el alcalde declaró que asumía la responsabilidad de casarse con Alicia porque se amaban, y eso era lo que más importaba. Según la tradición, la unión entre un hombre y un caimán hembra se celebra para conmemorar el día en que dos etnias de la región, los huaves y los chontales, se integraron gracias a una boda.

LEA TAMBIÉN: HOMBRE INDÍGENA CASI MUERE TRAS ENFRENTARSE CONTRA UN TIGRE EN BOLÍVAR

De acuerdo con la leyenda, las tensiones entre ambos grupos se disiparon cuando el rey chontal, quien hoy es representado por el alcalde, se casó con la niña princesa huave, cuya comunidad se asienta en San Mateo del Mar y está personificada por un caimán hembra.

Para los habitantes de San Pedro Huamelula, la unión entre el hombre y la criatura representa la unión con la madre tierra y simboliza la prosperidad y la armonía en la comunidad. Antes de la ceremonia nupcial, Alicia Adriana visitó casa por casa para que los lugareños bailaran con ella. La reptil usó un atuendo tradicional y llevó la boca bien amarrada para evitar incidentes.

Después, vistieron al  caimán con un hermoso traje blanco con adornos plateados y trasladada al palacio municipal para casarse con el alcalde.

Los habitantes del pueblo esperan que esta boda traiga buena pesca y prosperidad a la región. Asimismo, simboliza la promoción de la paz y el equilibrio, reseñó el medio La República.

La ceremonia culminó con una emotiva danza del alcalde y su flamante esposa al ritmo de la música tradicional del pueblo, y con un beso que selló la unión entre el rey y la niña princesa. Este ritual ancestral sigue siendo una tradición muy valorada y celebrada por los habitantes de San Pedro Huamelula.

Compartir este artículo