En los días previos a la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, miles de migrantes se han apresurado a llegar a la frontera entre EEUU y México.
Como se reporta en diversos medios, la incertidumbre y el temor a las políticas migratorias más estrictas que Trump ha prometido implementar han llevado a muchas personas a intentar cruzar antes de que él asuma el cargo.
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Desde que se anunció la victoria de Trump en las elecciones de noviembre, ha habido un aumento significativo en el número de migrantes que buscan asilo en Estados Unidos.
Muchos de ellos provienen de países de América Central, como Honduras, El Salvador y Guatemala, donde la violencia y la pobreza son factores que impulsan la migración.
La posibilidad de que Trump cierre las fronteras y endurezca las políticas de asilo ha generado un sentido de urgencia entre estos migrantes.
De hecho, las autoridades fronterizas de Estados Unidos han reportado un incremento en las detenciones de migrantes en la frontera sur.
En diciembre, la Patrulla Fronteriza detuvo a unos 47.000 migrantes que cruzaban ilegalmente, una cifra que, aunque menor que en años anteriores, refleja la preocupación de los extranjeros por las futuras políticas de Trump.
Además, los refugios en la frontera están al máximo de su capacidad, tratando de atender a la gran cantidad de personas que llegan diariamente.
Vale recordar, que la administración entrante de Trump ha prometido tomar medidas enérgicas contra la migración ilegal, incluyendo deportaciones masivas y la construcción de barreras adicionales en la frontera.
Estas promesas son las que han generado temor entre los migrantes y las organizaciones que los apoyan, quienes temen que las nuevas políticas puedan resultar en una crisis humanitaria todavía mayor.
