Un milagroso caso tiene conmocionada a la comunidad médica de Colorado, Estados Unidos, luego de que el corazón de un niño de 4 años volvió a latir, tras 19 horas de haber sufrido un paro cardíaco.
Se trata de Cartier McDaniel, de 4 años de edad, quien fue llevado por sus padres de emergencia al Hospital Infantil de Colorado, a principios de abril, cuando presentó problemas para respirar.
El infante había sufrido un cuadro febril que en principio su madre, Destiny Anderson trató con medicamentos antipiréticos. Pero al día siguiente, se le enfriaron las manos y los pies, empezó a sudar en abundancia, la boca cobró un tono azulado y comenzó a tener las mencionadas dificultades respiratorias.
En los exámenes que realizaron los profesionales, los ojos del niño se dieron vuelta y perdió el pulso vital, a causa de un paro cardíaco, según reseñó la cadena de televisión hispano-estadounidense, Telemundo.
Ante los intentos fallidos de practicarle reanimación cardiopulmonar, la madre comenzó a desesperarse. «Los médicos le presionaban el pecho. Empecé a llorar y a ponerme histérica», explicó, por lo que luego le pidieron que abandone la sala.
PARO CARDÍACO FUE PRODUCTO DE UNA INFECCIÓN CAUSADA POR UNA BACTERIA
Luego, los médicos expresaron que el paro cardíaco se produjo por una infección causada por la bacteria estreptococo del grupo A. Su cuerpo reaccionó a esta con una sepsis, que consiste en una respuesta extrema del cuerpo a la infección. Esta respuesta fisiológica lesiona los propios tejidos y órganos del paciente.
Inmediatamente, los profesionales conectaron al niño a una máquina de soporte vital. Esta funciona bombeando sangre a través de un pulmón artificial, método que mantiene con vida temporalmente al paciente.
Luego de un intento de reanimación que duró media hora, decidieron trasladarlo a cuidados intensivos, con pocas esperanzas de que pudiera sobrevivir.
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Los padres del menor de edad permanecían expectantes en la sala del hospital junto a otros familiares. Los profesionales les habían explicado que la máquina de soporte vital añadida para mantener con vida al pequeño no iba a poder continuar asistiéndolo por mucho tiempo más.
Inesperadamente, el corazón de Cartier volvió a latir de manera repentina, llenando de alegría a la sala del hospital.
Aunque en primera instancia los médicos determinaron que el niño iba a quedar ciego, ya que la región del cerebro que regula la visión estaba dañada por falta de oxígeno, horas más tarde cambiaron su pronóstico y aseguraron que conservaría la visión.
El niño continúa internado en el hospital recibiendo diálisis y respirando por sonda. Esto tras someterse a una serie de operaciones de reconstrucción cutánea por los daños de la infección en su piel.
Sin embargo el pronóstico es esperanzador y los médicos espera que pueda recuperarse totalmente de sus afecciones.