En un impactante giro de eventos, el Departamento de Policía de Hanceville, una pequeña ciudad en el estado de Alabama (EEUU), ha sido suspendido en su totalidad. Esto, tras revelarse que operaba más como una «empresa criminal» que como una agencia de aplicación de la ley.
De acuerdo con medios locales, la decisión se adoptó después de una recomendación de un gran jurado. El mismo sugirió la disolución del departamento, ya que representaba una «amenaza constante para la seguridad pública».
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El alcalde de Hanceville, Jim Sawyer, anunció que todos los empleados del departamento serían suspendidos de sus funciones. Específicamente, a partir del 20 de febrero.
Durante este periodo, las llamadas de emergencia al 911 y otros servicios de seguridad serán gestionados directamente por la oficina del sheriff del condado de Cullman. La misma asumió la responsabilidad de la vigilancia en la ciudad.
La ciudad, con una población aproximada de 3.200 habitantes, se encuentra a unos 72 kilómetros al norte de Birmingham.
Las acusaciones surgieron tras la muerte de un operador del 911. Se trató de Cristopher Willingham, quien fue encontrado en su oficina en agosto de 2024.
Una autopsia determinó que Willingham falleció debido a una sobredosis de drogas, lo que desencadenó una investigación de corrupción de gran alcance.
El fiscal de distrito del condado de Cullman, Champ Crocker, informó que un gran jurado había emitido acusaciones formales contra el jefe de policía de Hanceville, Jason Shane Marlin, junto con otros cuatro oficiales y la esposa de uno de ellos.
Los cargos incluyen «manipulación de pruebas, manipulación informática, uso del cargo para beneficio personal e incitación a cometer delitos relacionados con sustancias controladas».
La gravedad de las acusaciones y la necesidad de garantizar la seguridad de los residentes de Hanceville llevaron a la decisión de suspender a todo el personal del departamento. También de transferir las responsabilidades de seguridad al sheriff del condado.
OFICIALES DE LA POLICÍA ACUSADOS
- Cody Alan Kelso: lo acusaron de dos cargos de manipulación informática. También de uso del cargo para beneficio personal, manipulación de pruebas e incitación a cometer un delito relacionado con sustancias
- Jason Scott Wilbanks: cuenta con dos cargos por manipulación informática, uso del cargo para beneficio personal, manipulación de pruebas e incitación a cometer un delito relacionado con sustancias controladas.
- Jason Shane Marlin, jefe del departamento: tiene dos cargos por no informar sobre un delito ético y manipulación de pruebas.
- William Andrew Shellnutt: por alteración de pruebas.
- Eric Michael Kelso: está acusado de cuatro cargos de distribución ilegal de una sustancia controlada y dos cargos de conspiración para distribuir ilegalmente una sustancia controlada.
