La dura ley que aplicaría Trump para acelerar las deportaciones masivas en EEUU

Luis Alfredo Ledezma
2 Min de Lectura
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Archivo

El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció su intención de invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una legislación de tiempos de guerra que no se ha utilizado desde la Primera y Segunda Guerra Mundial.  

Este movimiento busca acelerar las deportaciones masivas de migrantes indocumentados, una medida que ha generado controversia y preocupación entre expertos legales y defensores de los derechos humanos. 

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La ley, que otorga al presidente poderes extraordinarios para detener y deportar a ciudadanos de naciones consideradas «enemigas», fue diseñada originalmente para situaciones de conflicto armado.  

Según informes, la administración Trump planea utilizarla para combatir a grupos criminales como el Tren de Aragua. Como se sabe, es una banda venezolana que ha sido designada como organización terrorista extranjera en el país norteamericano.  

Sin embargo, críticos argumentan que esta medida podría enfrentar desafíos legales significativos, ya que Estados Unidos no está actualmente en guerra con ningún país. 

En concreto, la ley está diseñada para ser invocada si Estados Unidos está en guerra con otro país. También si una nación extranjera ha invadido la nación o amenaza con hacerlo.  

Entre las implicaciones de esta decisión, se encuentra la posibilidad de que los migrantes afectados no tengan acceso a audiencias judiciales. Tampoco a procesos de asilo. 

Esto ha generado preocupación sobre posibles violaciones a los derechos fundamentales de las personas deportadas. Además, expertos señalanron que la ley podría ser utilizada de manera discriminatoria. Esto afectaría desproporcionadamente a ciertas comunidades. 

La administración Trump ha defendido la medida como una herramienta necesaria para garantizar la seguridad nacional y combatir el crimen organizado.  

Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han señalado que los datos no respaldan la narrativa de que los migrantes indocumentados son responsables de la mayoría de los crímenes violentos en el país. 

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