Una potente tormenta invernal dejó un manto de nieve y hielo en gran parte del sur de Estados Unidos, manteniendo su gélido control sobre la región. Los principales aeropuertos, incluidos los de Atlanta y Charlotte, Carolina del Norte, continuaron reportando interrupciones el sábado.
Aunque los vuelos estaban operando, las aerolíneas cancelaron y retrasaron más vuelos después de que el clima del viernes ralentizara los viajes aéreos.
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Asimismo, desde Texas hasta Georgia, las carreteras se han vuelto peligrosas y muchas escuelas han cerrado, dándole a los niños un inusual día libre.
En Arkansas, se han acumulado hasta 31 centímetros de nieve, mientras que en Little Rock, la cifra es de casi 25 centímetros.
Las autoridades han movilizado a la Guardia Nacional para ayudar a los automovilistas varados y se han declarado estados de emergencia en varios estados.
La tormenta también ha causado cortes de electricidad, afectando a más de 110.000 clientes en la zona de Atlanta. Sobre esto, Georgia Power ha informado que están trabajando para restablecer el servicio, pero las condiciones siguen siendo desafiantes.
La tormenta se espera que continúe afectando la región durante varios días más, con posibles nevadas adicionales en las Carolinas, Virginia y los valles de Ohio y Tennessee.
A pesar de las dificultades, muchos residentes han aprovechado la oportunidad para disfrutar de la nieve.
En tanto, los científicos sugieren que el calentamiento global, al alterar los patrones climáticos, podría estar intensificando los eventos extremos asociados al vórtice polar, como las olas de frío intensas registradas en EEUU.