Las ventas de viviendas nuevas en Estados Unidos se desplomaron en mayo, a medida que los elevados precios y los tipos hipotecarios seguían desafiando al mercado inmobiliario. Estas son apenas algunas de las razones que explican el difícil el sueño de adquirir una casa propia en el país norteamericano.
De hecho, una caída del 11,3 % en ventas de viviendas nuevas sugiere desafíos para el mercado inmobiliario estadounidense ante los elevados precios.
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Las ventas de viviendas unifamiliares nuevas se redujeron un 11,3 % hasta alcanzar un ritmo anual de 619.000 el mes pasado, el más lento desde noviembre, según datos del Gobierno publicados este miércoles.
La cifra se situó por debajo de casi todas las estimaciones de una encuesta de Bloomberg entre economistas y reflejó descensos en las cuatro principales regiones estadounidenses. Pero, ¿por qué ocurre esto?
Diversos factores se conjugan para crear un panorama complejo para los aspirantes a compradores, especialmente para la comunidad latina.
Precios en alza: Los precios de las viviendas han experimentado un aumento significativo en los últimos años. Según la Oficina del Censo de EEUU, desde el 2020, el precio medio de una casa ha subido un 16 %. Así se alcanzó un valor promedio de $417.700. Esto significa que un pago inicial del 15 % requeriría de $62.655, una cifra considerable para muchos hogares.
Inventario limitado: La oferta de viviendas disponibles para la venta se encuentra en niveles históricamente bajos. Esto se debe a diversos factores, como el envejecimiento de los propietarios actuales. Estos optan por no vender sus casas debido a las bajas tasas de interés de las hipotecas existentes. La escasez de nuevas construcciones también contribuye al problema.
Competencia feroz: La baja oferta, junto con la alta demanda, genera una competencia intensa entre los compradores. Las casas a menudo se venden por encima del precio de lista. Así los compradores deben presentar ofertas sólidas y actuar con rapidez para tener éxito.
Tasas de interés en aumento: Las tasas de interés de las hipotecas han estado aumentando en 2023 y 2024, lo que hace que el financiamiento de una vivienda sea más costoso. Esto afecta especialmente a los compradores de bajos ingresos, quienes ya enfrentan dificultades para reunir el pago inicial.
Dificultades para ahorrar: Los altos costos de vida en muchas ciudades estadounidenses dificultan que las personas ahorren lo suficiente para un pago inicial y los gastos de cierre asociados con la compra de una vivienda.
Desigualdades raciales y étnicas: Las comunidades minoritarias, incluyendo a los latinos, se ven desproporcionadamente afectadas por las dificultades para comprar una vivienda. Factores como la discriminación, la falta de acceso a crédito y la segregación residencial juegan un papel importante en estas disparidades.
Costos adicionales: Los seguros de hogar también han aumentado, y los altos pagos iniciales dificultan la adquisición de una vivienda para aquellos sin ahorros previos de ventas anteriores.