En Indiana (EEUU) un tramo de la carretera 400 de la ciudad de Amity alberga una peculiar y sorprendente vista: una tumba solitaria situada en medio del asfalto.
Esta tumba pertenece a Nancy Kerlin Barnett, quien falleció en 1831 y fue enterrada en lo que entonces era una tranquila colina a las afueras de la ciudad.
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Lo que hace única a esta sepultura, es cómo ha perdurado en su lugar original, a pesar del desarrollo y la construcción que ha tenido lugar a lo largo de los años.
La historia detrás de esta tumba se remonta al siglo XIX, cuando la familia Barnett eligió un lugar pintoresco junto al río para el descanso final de Nancy.
Sin embargo, con el tiempo, la expansión y construcción de infraestructuras en la región amenazaron con trasladar la tumba. En la década de 1900, cuando se planificó la construcción de una nueva carretera, los descendientes de Nancy se opusieron firmemente a la exhumación y al traslado de sus restos.
La resistencia de la familia Barnett resultó en una negociación con las autoridades locales.
Finalmente, se llegó a un acuerdo inusual: la carretera County Road 400 se construiría alrededor de la tumba, permitiendo que los restos de Nancy permanecieran intactos en su lugar original.
Este arreglo peculiar convirtió la tumba en un hito local y en un recordatorio de la historia de la región y de la tenacidad de una familia para preservar el legado de su ser querido.
Con los años, la tumba de Nancy Kerlin Barnett ha atraído la atención de turistas y curiosos, quienes se sorprenden al ver una sepultura en medio de una carretera.
Este sitio se convirtió en una especie de monumento, contando una historia de resistencia, tradición y respeto por los antepasados.
Además, la tumba está marcada con una placa conmemorativa que proporciona información sobre Nancy y la historia detrás de su singular ubicación.
