El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (Uscis) comenzó a aceptar solicitudes para el programa “Parole in Place” (PIP), una iniciativa que permitirá a ciertos migrantes indocumentados obtener un estatus legal temporal sin tener que abandonar el país.
Este programa, aprobado por el presidente de EEUU, Joe Biden, busca proporcionar alivio a tres categorías específicas de migrantes sin papeles, facilitando su integración y estabilidad en el país.
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El PIP está diseñado principalmente para beneficiar a los cónyuges indocumentados de ciudadanos estadounidenses. Esta medida es vista como un paso significativo hacia la reunificación familiar, permitiendo que las mismas permanezcan juntas mientras se regulariza su estatus migratorio.
Además, el programa también incluye a hijastros indocumentados de ciudadanos estadounidenses, un grupo que hasta ahora había enfrentado grandes desafíos para obtener un estatus legal.
La tercera categoría beneficiada por el PIP son los hijos menores de 21 años de ciudadanos estadounidenses. Estos jóvenes, que a menudo han crecido en Estados Unidos y consideran el país como su hogar, ahora tienen la oportunidad de regularizar su situación.
Esta medida no solo proporciona seguridad a estos jóvenes, sino que también les abre puertas a oportunidades educativas y laborales que antes les eran inaccesibles.
Para aplicar al PIP, los solicitantes deben cumplir con ciertos requisitos, como demostrar que han estado presentes físicamente en Estados Unidos de forma continua por 10 años desde antes del 17 de junio de 2024 y no tener antecedentes penales que los descalifiquen.
Además, deben presentar pruebas de su relación con un ciudadano estadounidense, ya sea como cónyuge, hijastro o hijo menor de 21 años.
¿CÓMO SE REALIZA LA SOLICITUD?
El proceso de solicitud se realiza en línea a través del formulario I-131F, disponible en el portal web de Uscis.
Cada solicitante, incluidos los menores de edad, debe presentar una solicitud por separado y crear una cuenta en línea. Este enfoque digital busca agilizar el proceso y reducir los tiempos de espera, permitiendo a los solicitantes obtener respuestas rápidamente.
La implementación del PIP ha sido recibida con optimismo por parte de organizaciones de derechos de los migrantes, que ven en este programa una oportunidad para miles de familias de regularizar su estatus y vivir sin el temor constante de la deportación.
Sin embargo, también han surgido críticas y preocupaciones sobre la capacidad del sistema para manejar el volumen de solicitudes y garantizar un proceso justo y eficiente.
