Margott Pérez-Jiménez Chalbaud, hija del exdictador Marcos Pérez Jiménez, habló esta semana en el marco de conmemoración del golpe de Estado de 1958 y aseguró que su padre no era un asesino.
La mujer aseguró que Pérez Jiménez no huyó ante el alzamiento de parte del sector militar. En ese sentido, ratificó lo que dijo el dictador en varias entrevistas: que se fue del país para que no hubiera un baño de sangre.
«Siempre he oído muchísimas cosas que sé que son mentira porque yo lo viví. Mi padre no huyó; se fue porque quiso. Recuerdo a los hombres de la Policía Militar llorando, pidiéndole que no se fuera», dijo Margott, quien tenía 11 años cuando ocurrió el golpe de Estado.
También recordó que, en medio del golpe de Estado, Pérez Jiménez dijo que tenía que fusilar a cadetes para retener el poder. «Mi padre no era un asesino, yo hubiera sido diferente», afirmó en una entrevista con la periodista Shirley Varnagy.
PÉREZ JIMÉNEZ «ERA UN DICTADOR»
Igualmente, Margott Pérez-Jiménez reconoció que su padre, que fue presidente durante cinco años, sí fue un «dictador». Sin embargo, indicó que se «enfrentó a circunstancias difíciles» y tuvo que ejercer el poder de tal forma para poder formalizar su proyecto de país.
«Era un dictador porque se hacía lo que él quisiera. Tenía un proyecto en su cabeza para consolidar Venezuela. Quería que el país estuviera a la cabeza de América del Sur», acotó.
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También reconoció que ella era una niña durante la dictadura de Pérez Jiménez, de manera que no era consciente de varios sucesos. «Yo no puedo decir que en la época de mi padre no se hicieron cosas malas», apuntó.
Pérez Jiménez es una de las figuras más polémicas de Venezuela en el último siglo. «La historia aún no está definitivamente escrita. Con el tiempo, las cosas se tamizan y se entiende más», concluyó su hija.